Fortaleza que fue levantada por los romanos sobre un castro celta en el promontorio de Rochafría justo en la confluencia de los ríos Tajo y Almonte. Tal fortaleza debió reunir excelentes condiciones para la defensa rodeada como estaba por dos ríos y dotada de un foso en su fachada oriental, fue elegida por Bruto como cuartel general durante cierto tiempo para las legiones que batallaban en Lusitania. También perteneció al dominio musulmán y posteriormente fue gestionada por la orden de los Templarios, llegando a decirse que en dicha torre de Florines se llegó a custodiar un trozo del mantel de La Última Cena.